La Asociación LGTBI Gay Sitges Link conmemora, el domingo próximo 17 de mayo, el día internacional contra la LGTBIFòbia.
Es una fecha que celebramos desde 2009 a nivel nacional y que en Sitges tiene una significación particular como villa que erigió el primer monumento contra la homofobia.
Fue colocado el 5 de octubre de 2006 sobre las piedras del Espigón y el año 2014, apenas hace 6 años, fue trasladado a su actual emplazamiento, mucho más visible y accesible.
El triángulo rosa era una marca de oprobio, discriminación y odio para señalar los homosexuales confinados en los campos de concentración y exterminio de la Alemania nazi.
Este símbolo ominoso ha tomado un nuevo significado convirtiéndose en símbolo de orgullo y pertenencia a la comunidad LGTBI.
Aun manteniendo el triste recuerdo del horror que sufrieron los homosexuales en los campos de exterminio durante la segunda guerra mundial.
Precisamente en Sitges este triángulo de color rosa es el memorial permanente y un recuerdo perenne a la acción de fichaje y acoso, por parte de la policía local y la G.C, a las personas que paseaban por este mismo paseo las noches de verano de 1996.
Por ello podemos leer en la su base la leyenda 1996-2006 y el lema “Nunca más”. Nunca más persecución o intimidación por razón de identidad sexual.
Actualmente no estamos libres de LGTBIFobia y por eso hay que celebrar y reivindicar este día.
La fecha del 17 de mayo fue elegida específicamente para conmemorar la decisión de la Organización Mundial de la Salud en 1990 de desclasificar la homosexualidad como trastorno mental.
La discriminación del colectivo LGTBI tiene muchas caras: visibles e invisibles, externas y también internas como la discriminación en nuestros puestos de trabajo, o la discriminación en las escuelas e institutos de enseñanza en forma de bulling (acoso).
La infancia y la adolescencia son sectores de edad que merece especial protección y también respeto frente a la diversidad. Los centros educativos deben ser espacios seguros libres de homofobia, lesbofobia, transfobia y bifobia.
También lo deben ser los puestos de trabajo y las calles, las ciudades y los pueblos enteros. No debe haber “zonas libres de ideología LGTB”, sino lugares libres de violencia y odio.
Este año la celebración del IDAHOT viene marcada por la crisis sanitaria del Covid19, una pandemia global que nos ha devuelto a los momentos más críticos de la crisis del SIDA.
De una manera diferente hemos visto como la salud y la humanidad estan por encima de la economía y las finanzas.
Estamos aquí para denunciar las actitudes de odio y violencia contra el colectivo LGTBI.
Este año Polonia ha sido noticia, una mala noticia, por la segregación que se ha impuesto en las llamadas “zonas libres de ideología LGBT” (Strefa wolna od LGBT) como si fuera posible poner fronteras a los sentimientos.
Rafal Trzaskowsky, alcalde liberal de Varsovia, con su firma apoyó la declaración de los derechos LGTBI. La reacción de los grupos conservadores (partidos políticos, medios de comunicación y la iglesia católica polaca) buscó una víctima expiatoria, centrándose primero en el colectivo LGTBI y siguiendo luego con ramificaciones contra los inmigrantes, una xenofobia que nos recuerda tristemente el período del Nazismo.
Hay que estar muy alerta, en estado de alarma, ante el crecimiento de movimientos neopopulistas, fundamentados en el odio y el miedo al igual, esta es la semilla de la homofobia. Los transexuales son un colectivo que debemos valorar y respetar.
Debemos denunciar las acciones y las actitudes intimidatorias, violentas o de odio, no hay que poner ejemplos porque recientemente han sido noticia y todos los tenemos en mente.
Poco a poco avanzamos en la igualdad y en la diversidad, en la inclusión social que significa erradicar la exclusión.
Nuestra tarea es pedagógica y activa.
Cada acto de defensa que hacemos a favor de los más frágiles se convierte en una heroicidad que resuena, transmite justicia y transforma los prejuicios despojándolos, dejando al descubierto la inhumanidad de la violencia y el sinsentido del odio.
Una mirada es a veces una acusación y el silencio una prisión.
Rompamos el silencio, rompámoslo con la música, el lenguaje universal que nos da aire y expresión abierta en la diversidad de los colores y los sentimientos positivos.
Luchemos contra la LGTBIfobia, ahora y siempre, desde Sitges y desde donde sea necesario.
Únete a nosotros en esta celebración musical para dar apoyo a la comunidad LGTBI i a la comunidad LGTBIfriendly de Sitges .
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