Como ya sabéis en la última asamblea ordinaria se acordó abrir un proceso para el cambio de nombre de nuestra entidad, por lo que el nombre fuera un reflejo de la pluralidad de la que nuestra asociación se garante.
Un workshop virtual en Zoom
Hemos recibido ya las primeras propuestas y como parte del proceso os queremos invitar a un workshop virtual que tendrá lugar los días 27 y 28 de este mes de Febrero, y que se hará en dos sesiones de una hora cada una.
Os podéis inscribir en el formulario que encontraréis al final de este artículo.
Los workshops serán online a través de la plataforma ZOOM.
Contamos con vosotros para mejorar nuestra entidad. Recordad que tenéis de tiempo hasta el 20 de febrero para enviar propuestas y hasta el jueves 26 para inscribiros en el workshop.
La importancia de los nombres
La importancia de los nombres es vital para que los esfuerzos en materia de comunicación y marketing social sean efectivos y no se pierdan recursos económicos y humanos por una falta de percepción. Es larga y abultada la bibliografía al respecto. Son muchísimos los catedráticos, pensadores y profesionales que llevan mucho tiempo hablando de ello, y está demostrada su evidencia. Por esta razón es tan importante que trabajemos todos juntos para generar entre todos propuestas efectivas que serán presentadas a nuestro comité para que sean votadas.
Las claves del proceso
Este proceso participativo que estamos llevando a cabo, pretende que entre todos lleguemos a una lista corta y efectiva de propuestas para presentar a nuestro comité. Se trata de presentar candidaturas espontáneas (como ya se está haciendo) que se sumarán a las que se generarán en una pequeña sesión de lluvia de ideas. De ahí, mediante una dinámica grupal de cribado, que determinará aquellas propuestas que serán más efectivas, por cuestiones formales, de creatividad y de conexión con el público al que se dirige la asociación (evitando al máximo que los criterios subjetivos entren en juego), obtendremos un lista corta con las propuestas resultantes. Una vez llegue dicha lista al comité, estaremos seguros de que todos hemos colaborado en haberle sacado todo el jugo a esta magnífica oportunidad de llevar a nuestra asociación a una posición más acorde con nuestros esfuerzos y nuestras ganas de hacer de este mundo un lugar mejor para todos, sin excepción.
El término Gay ya no engloba al colectivo
Hasta el día de hoy, nuestro nombre ,Gay Sitges Link, ha sido útil en cuanto a lo descriptivo, pero el uso de la palabra «Gay» ha cambiado, como también ha cambiado nuestro colectivo. Hubo un tiempo en el que, a nivel mundial (aunque, más bien, en el plano no hispano) el término Gay englobaba a todo el colectivo. Pero eso ya no es así desde hace muchos años.
Las etiquetas son compartimentos estancos
Desde hace ya bastante, los paradigmas de nuestro colectivo se han ramificado una vez y otra. Las realidades de identidad de género y de orientación sexual se han multiplicado por enésima vez. A medida que unas se van normalizando, otras encuentran en las primeras su pie para comenzar a hablar. Las etiquetas son compartimentos estancos, las realidades personales y sociales no. Y es la evolución de estas mismas las que generan la necesidad de la revisión de esas etiquetas, de esos nombres que el ser humano necesita utilizar para que la realidad exista, como dirían algunos filósofos.
Nuestro nombre es no inclusivo
El problema es de base: nuestro nombre es no inclusivo, directamente. No se dirige a elles, les excluye por pura nomenclatura. Si yo me llamo Manolo y se dirige a mí una asociación que se llama Pepe’s Asociación de Nombres, es difícil que me sienta identificado, que empatice, por más que yo tenga un nombre. Lo primero que percibo es que para sentirme parte de esta asociación yo debería llamarme Pepe. Con lo cual, o interpreto que se han confundido y paso, o simplemente paso sin más, puesto que mi cerebro directamente no va a preocuparse lo más mínimo en decodificar el resto de la información que acompaña a Pepe’s. Es un tema neurocientífico: el cerebro trabaja con atajos, siguiendo la ley del mínimo esfuerzo. Si oigo o leo Pepe’s ya no sigo leyendo o escuchando, no me identifico, no es para mí, no empatizo.
A cualquier mujer lesbiana, bisexual o transexual del pueblo a la que se le pregunte por nuestra asociación te va a decir lo mismo: que jamás han pensado que nuestra asociación esté dirigiéndose a ellas, por más esfuerzos que se hayan hecho por parte de nuestra comunicación y nuestros proyectos. Ni que decir tiene que si te diriges a una persona pansexual o a una persona no binaria el resultado va a ser exactamente el mismo.
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