El calendario festivo de Sitges, como el de la mayoría de pueblos catalanes, viene marcado por la tradición litúrgica católica, bastante estricto y generalizado. Sin embargo, en los últimos cincuenta años cada pueblo ha ido adaptándolo a su realidad, según la capacidad humana para mantenerlo, las costumbres o la tradición.
La festividad de Domingo de Ramos (este año el 10 de abril) marca el final de la Cuaresma y el comienzo de la Semana Santa. La Iglesia católica conmemora en ese día la entrada triunfal que hizo Jesucristo en Jerusalén poco antes de su pasión y muerte.
Es en memoria de este hecho que el Domingo de Ramos existe la costumbre de ir a bendecir las palmas y los pulmones en la plaza del Ayuntamiento a las doce de mediodía, también ramas de olivo y de laurel. Una vez bendecido el laurel, se guarda en la despensa de las casas y se utiliza a lo largo del año para hacer más gustosos los guisos. Y en algunos hogares todavía es tradición colgar la palma bendita en el balcón y dejársela todo el año, porque se cree que da protección y buena suerte.
La tradición indica que sean los padrinos de bautizo los encargados de comprar palmas y pulmones a los ahijados, y adornarlos con lazos, rosarios de azúcar y otras golosinas. En Sitges, uno de los adornos que se cuelgan son ‘los señores y las señoras’, de lo contrario conocidos como ‘currutacos’. Se trata de unas galletas con formas diversas que la pastelería de Can Sabaté todavía elabora para este día.
Después de la bendición, antes se hacía una procesión por las calles que circundan el templo, ahora sólo se va de la plaza a la parroquia. Todo el mundo aprovecha para hacerse la fotografía de rigor porque «por el Domingo de Ramos, quien no estrena no tiene manos». Muchos teníamos la suerte de lucir trajes hechos por nuestras madres. Otra expresión muy catalana es «Hacer Pascua antes de Ramos». Se dice cuando alguien ha tenido relaciones de pareja antes del matrimonio y sus consecuencias son evidentes.
El Jueves Santo comienza con la exposición de los misterios o pasos de la Pasión en la parroquia, en la ermita de San Sebastián, en Can Falç y en la Agrupación de Bailes Populares. Se exponen en un entorno ricamente iluminado y decorado. (Consulte la web municipal para saber dónde encontrarlos.) Ahora también se ha añadido a la diada la exposición de dioramas del Calvario, elaborados por los maestros pesebristas. Se pueden ver en la Agrupación de Bailes Populares.
Por la mañana se coloca el Santísimo en el Monumento, una especie de altar construido expresamente. Por la noche, tenía lugar la procesión de los Misterios o de la Sangre, que estaba integrada exclusivamente por hombres.
El Viernes Santo, a primera hora de la mañana, tiene lugar un vía crucis desde la ermita de San Sebastián (si va, aprovecha para contemplar las nuevas vidrieras). También era el día de ir a recoger el barro, tomillo o tomillo. A las seis de la tarde se pasa el rosario y por la noche sale la procesión del Silencio o de los Dolores, a la que antes sólo asistían las mujeres.
Hoy en día sólo se mantiene la procesión del Viernes Santo con ocho pasos acompañados de los cofrades, pendonistas, cordonistas y feligreses, tanto hombres como mujeres. Uno de los elementos más característicos e impactantes de las procesiones de Semana Santa son, sin duda, la presencia de los cofrades y penitentes, muchos de ellos llevando los improperios u objetos simbólicos de la Pasión y descalzos, que, con sus cucarullas y vistas de varios colores y símbolos, según la cofradía a la que pertenecen, hacen viva la imagen más antigua y desgarradora de esta celebración. La cucurulla o capuchón en forma cónica, que cubre el rostro, otorga el anonimato necesario que requiere el acto de la penitencia. El otro elemento destacado son los vestidos negros y las mantillas de las señoras.
Con el Sábado de Gloria se pone fin a la abstinencia (no se puede comer ni carne ni derivados, ahora llamaríamos dieta vegana) y el ayuno</ strong> (se practicaba los jueves de cuaresma) del período cuaresmal y comienza la Pascua. Al oscurecer, salen las caramelles que, con sus cantos corales, llenan de alegría las calles. Integradas antes sólo por hombres, la mayoría solteros, las pandillas de cantores rondan toda la noche por las casas de la villa dedicando sus canciones a las chicas sitgetanas.
Los caramellaires van confeccionados con barretinas y uno de ellos lleva una larga pértiga de madera, de la que cuelga una cesta adornada con flores y cintas de colores. Acabada la serenata, la cesta está levantada hasta el balcón de la casa para que los vecinos gratifiquen con algún obsequio los cantores: morcillas, huevos, roscones, malvasía, dinero…
El Domingo de Resurrección tiene lugar el oficio más solemne. Al día siguiente, el Lunes de Pascua, las familias y los grupos de amigos antes salían a algún paraje de las afueras de la villa (en la era de los Molinos, en Santa Bárbara, en Can Milà, en la plaza del Vinyet…) a comer la tradicional mona de Pascua, y algunos también hacían una costillada, es decir, comían carne de cordero cocida a la brasa. Como los corderos que los judíos ofrecían en sacrificio durante las celebraciones de la Pascua, Jesús fue nuestro cordero, ofrecido a cambio del perdón de nuestros pecados.
Hasta mediados del siglo XX, las monas de Pascua estaban hechas de harina, aceite y azúcar, y no tenían nada que ver con las sofisticadas tartas que se elaboran hoy en día. Incluían tantos huevos duros como años tenía el ahijado que iba a recogerla a casa del padrino. Debido a la abstinencia, durante este período, se acumulaban los huevos que las gallinas de las casas no dejaban de poner, de ahí que sean usados como obsequio y se incluyan en la primera comida de celebración. También porque tiene el carácter simbólico de representar la resurrección de Jesucristo. Otro producto típico de estos días y muy sitgetano es el monfló, de gusto más refinado que el mono de rollo, porque lleva mantequilla y comino. Y para acompañarle, nada mejor que un vaso de malvasía o de moscatel de Sitges.
Si desea participar de la cultura popular del pueblo que le acoge, comparte una buena mona o monflón con los amigos y la familia, y celebre juntos la vida renovada de cada primavera. También puede regalar caramelles, es decir, contratar a un grupo para que le vengan a casa a cantar, o para que vayan a casa de alguien querido!
Caramillas del Prado +34 93 894 31 10 www.casinoprado.cat</a >
Caramillas del Retiro +34 93 894 01 37 www.elretirositges.com</a >
Caramelles Sitgetanes +34 618 032 945 (Jesús) www.caramellessitgetanes.com</ a>
Montserrat Esquerda-Bosch
Descubre más desde Colors Sitges Link
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.