La soledad no deseada es un grave problema para muchas personas LGTBIQ+: se sienten solas, incluso teniendo una vida social activa y este problema se hace más intenso con la edad.

“Nuestro gran tormento en la vida proviene de que estamos solos y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa soledad.” -Guy de Maupassant-

Sólo desarrollamos una sólida autoestima si nos hemos sentido genuinamente queridos

Los humanos somos seres sociales para los que relacionarse, convivir con los otros, es algo tan vital como respirar o alimentarse. De hecho, sólo podemos sobrevivir si alguien nos cuida después de nacer y, entre otras cosas, sólo desarrollamos una sólida autoestima si nos hemos sentido genuinamente queridos, comprendidos y aceptados por nuestros cuidadores, generalmente los padres.

Algo debe pasar para tener ese sentimiento de fondo de estar sólo

Relacionándonos nos desarrollamos: contrastamos ideas, compartimos emociones y afectos, nos asociamos, nos sentimos pertenecientes a la comunidad, protegidos, seguros, comprendidos, motivados para aprender, conseguir objetivos y construir una vida…. Entonces, algo debe pasar para tener ese sentimiento de fondo de estar sólo.

La realidad profunda es que uno nunca está solo

Lo que se suele encontrar cuando se investiga en esa soledad de fondo es que la persona no se está haciendo compañía a sí misma, es decir, no está siendo una buena amiga de sí misma. Al fin y al cabo, la realidad profunda es que uno nunca está solo, como solemos creer. La realidad es que uno siempre está acompañado de sí mismo.

Estar con los demás no será una huida de estar con nosotros

Por eso es muy necesario aprender a estar con uno mismo, tan necesario como aprender a estar con los demás, al fin y al cabo, pasaremos toda la vida con nosotros mismos. Y si sabemos estar bien con nosotros mismos, estar con los demás no será una huida de estar con nosotros, será un genuino deseo de estar con el otro.

Saber estar consigo mismo

¿Y qué supone saber estar con uno mismo? Responder exhaustivamente a esta pregunta ha dado pie a muchos libros, pero en una síntesis que se ajuste al espacio de este artículo, saber estar consigo mismo es:

• Escuchar el cuerpo y las impresiones que vienen de nuestro interior,
• aceptarse tal y como se es, lo que en ocasiones significa perdonarse por ser como uno es,
• integrar aquello que no nos gusta de nosotros con aquello que sí nos gusta,
• dejar de obligarnos a manifestarnos según cánones externos ajenos a nuestro verdadero yo,
• conocer nuestras necesidades, deseos y motivaciones reales y
• tomar las riendas para cubrirlos día a día.

Servicio de asistencia psicológica

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Juan Carlos Uríszar,
Psicólogo colegiado de nuestra asociación.

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